En teoría económica se conoce como ilusión monetaria la
tendencia de los agentes económicos a cambiar su comportamiento a consecuencia
de cambios las magnitudes monetarias nominales como si se tratasen de cambios
en la magnitudes reales. Se dice que los
trabajadores y las empresas sufren ilusión monetaria cuando una variación de
los salarios monetarios o de los precios lleva a los individuos a alterar su
conducta aun cuando no varíen los salarios reales.
La ilusión monetaria es el efecto que se produce cuando las
decisiones de los agentes económicos se ven influenciadas por la expresión
monetaria de las variaciones de los precios y las rentas en lugar de por las
variaciones en los precios y las rentas reales. Se trata, por tanto, de una
conducta de los individuos que reaccionan
ante cambios nominales de precios y/o salarios, aun cuando no haya tenido lugar
ningún cambio en su situación real, es decir, sin tener en cuenta el efecto
de la inflación.
El efecto de la ilusión monetaria se entiende mejor con un
simple ejemplo. Imaginemos por un momento que nos han subido el sueldo un 5%.
Sin entrar en mayores consideraciones nos encontramos con que ganamos más
dinero y que, por tanto, podremos comprar más cosas. En definitiva, nos
sentimos “más ricos”. Sin embargo, si no tenemos en cuenta otros factores, y
más concretamente, si no tomamos en
consideración la inflación, estaremos ante una posible ilusión monetaria. Siguiendo
con nuestro ejemplo, si la inflación también se incrementa en un 5%, aunque
nuestro salario aumente en un 5%, nuestra capacidad adquisitiva no ha variado.
Es más, si nuestro salario se incrementa en un 5% pero la inflación lo hace en
un 6%, independientemente de nuestra impresión personal subjetiva, habremos
sufrido una pérdida de capacidad adquisitiva.
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