En los medios de comunicación cuando se habla de si ha
subido o bajado el paro se barajan términos como tasa de actividad, tasa de
ocupación y tasa de desempleo, qué no siempre distinguimos correctamente.
Además, cuando se facilitan datos no siempre son coincidentes pues los
resultados son distintos según la encuesta sea realizada por el INEM o por el
INE. Para comprender esta cuestión debemos repasar algunos conceptos básicos.
En primer lugar debemos aproximarnos al concepto de
población activa. Desde un punto de vista económico, dejando aparte a los
menores de 16 años que todavía no tienen edad para trabajar, la población se
divide en dos grandes grupos: población activa y población inactiva.
La población activa
está integrada por personas mayores de 16 años que han decidido trabajar de
forma remunerada. Este concepto amplio de población activa acoge a todos los
que trabajan y/o quieren trabajar, es decir, tanto ocupados (por cuenta propia
o ajena) como desempleados (que buscan activamente trabajo). En este concepto
de población activa no se incluye la población inactiva. La población inactiva está integrada por
estudiantes, amas de casa, jubilados, pensionistas, personas sin trabajo pero
que no lo buscan, etc.
Una vez aclarados los conceptos de población activa e
inactiva ya se puede abordar el concepto de tasa de actividad.
La tasa de actividad
mide, en porcentaje, la relación entre la población activa (ocupados y parados)
y la población total de mayores de 16 años (todos los que están en edad de
trabajar aunque no trabajen ni busquen trabajo). La tasa de actividad, por
tanto, refleja el porcentaje de población que potencialmente podría trabajar.
Tasa de actividad =
|
Población
activa
|
x
100
|
Población
en edad de trabajar
|
La tasa de desempleo,
también denominada tasa de paro, es
el indicador que relaciona porcentualmente la población desempleada y la
población activa. Así pues la tasa de desempleo busca la relación existente
entre la población parada o desempleada que busca activamente trabajo y que no
lo encuentra respecto al total de la población activa, es decir, la suma de la
ocupada (trabajadores por cuenta ajena, autónomos, funcionarios, etc.) y la
desempleada (parados que buscan trabajo y desempleados que no buscan trabajo,
estudiantes, etc).
Tasa de desempleo =
|
Población
desempleada
|
x
100
|
Población
activa
|
De forma paralela a la tasa de desempleo o de paro se puede
calcular la tasa de ocupación que es
su reverso. La tasa de ocupación es la relación entre población ocupada y
población activa.
Tasa de ocupación =
|
Población
ocupada
|
x
100
|
Población
activa
|
Pues bien, existen distintas metodologías de cálculo del
paro, según se tome como referencia al conjunto de la población activa en edad de
trabajar como hace el Instituto Nacional de Estadística (INE) trimestralmente para
el cálculo de la Encuesta de Población Activa (EPA), o sólo se tome en
consideración los datos de los desempleados inscritos en los servicios públicos
de empleo como hace el SEPE (antiguo INEM). Esa es la razón por la que la Encuesta de Población Activa siempre
arroja mayores resultados que la tasa de paro registrado, pues esta última
no tiene en cuenta la parte de población activa desempleada que no figura en
las listas del INEM (porque ha olvidado sellar el paro, porque ha desistido de
mantenerse inscrito, etc.).