La tendencia bajista
de tipos de interés, alentada por la política monetaria del Banco Central
Europeo que mantiene fijada en el -0,30% la facilitad de depósito, ha
propiciado una situación inédita, un Euribor
negativo.
El Euribor a un año es, técnicamente, el tipo de referencia del mercado
interbancario, es decir, el resultante de las medias diarias de los tipos a
que están dispuestas a prestar a otros bancos un grupo de entidades bancarias
europeas. Pero también, el Euribor es el principal tipo de referencia
hipotecario utilizado en el mercado español. Para conocer otros índices de
referencia nos remitimos a la entrada de este blog Antiguos y nuevos índices dereferencia oficiales de préstamos hipotecarios.
El Euribor, principal referencia para fijar el tipo de
interés de los préstamos hipotecarios concedidos por entidades españolas, bajó en enero hasta el 0,042% desde el
0,059% del mes anterior, y tomando como referencia los últimos 12 meses, el
índice registra un descenso de 0,256 puntos.
De hecho, los tipos a
los que las entidades se prestan dinero entre sí estaban acercándose a mínimos históricos e incluso el pasado
viernes, 5 de febrero, ya se ha registrado una tasa negativa de -0,002%, lo que hace pensar a los expertos que el
Euribor a 12 meses, esto es, el referente de la mayor parte de las hipotecas
españolas entre en negativo
próximamente, ya sea en el mes de febrero o marzo.
Ante esta situación ya han comenzado las preguntas de cómo va a afectar esto a la cuota mensual
de los préstamos hipotecarios o lo que es lo mismo, si puede suceder ya no
sólo que baje la letra de la hipoteca sino si vamos a llegar a un punto en el
que el banco deje de cobrar intereses o, yendo un poco más allá, si el banco
debería devolvernos dinero.
La respuesta a estas cuestiones dependerá, lógicamente, de las condiciones pactadas con el banco. Los
préstamos hipotecarios a interés variable se contratan bajo el Euribor más un diferencial (p. ej.
Euribor + 1,25). De este modo, para que un préstamo hipotecario llegue a tener
un interés negativo deberá tener también un diferencial muy bajo. Debemos
recordar que antes de la crisis sí se firmaban hipotecas con diferenciales
reducidos (en torno al 0,25), pero que actualmente los diferenciales rondan el
1%.
Para ver más fácilmente la repercusión vamos a poner unos
sencillos ejemplos numéricos. Supongamos un préstamo con un diferencial del
0,75%. Con el Euribor de enero quedaría un interés del 0,792 (0,042 + 0,75),
que sí puede considerarse bajo y aliviaría la carga de la hipoteca pero dista
de resultar negativo. Si calculamos la cuota de este mismo préstamo
posicionándonos en un escenario de un futurible Euribor negativo (p. ej. -0,20%)
el resultado sería un tipo de interés todavía positivo de 0,55 (-0,20 + 0,75).
Sin embargo, si pensamos en un préstamo con un diferencial
contratado del 0,20 (en realidad no hay muchas hipotecas con un diferencial tan
bajo) y si nos ponemos en un escenario de Euribor negativo de -0,3% (previsión
más bajista del Euribor por ahora) sí podría llegarse al supuesto de interés
negativo con un -0,10 (-0,30 + 0,20). En este último caso, u otros similares,
sí puede llegar a darse el supuesto de que el préstamo no devengara intereses
y, por tanto, la cuota se destinase en su totalidad a la amortización del
capital vivo. No obstante, para que esto tenga lugar han de darse unos tipos de interés negativos bastante bajos en
conjunción con diferenciales también reducidos. A ello se suma el hecho de
que la mayor parte de los contratos de préstamo hipotecario no contempla esta
situación y posiblemente las incidencias e interpretaciones deberán ser
resueltas judicialmente. Lo más probable es que el banco llegue a no cobrar
intereses pero devolver dinero al prestatario me temo que sería más complicado.
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