Las empresas necesitan analizar su cartera de productos y/o
sus unidades de negocio y para ello pueden utilizar diferentes sistemas, pero
uno de los más conocidos es el denominado la matriz BGC o la matriz Boston Consulting Group, que fue
diseñado por esta prestigiosa consultora a finales de los años sesenta del
pasado siglo. Se trata de un método simple que se centra en obtener información para la toma de
decisiones de una cartera de productos o de Unidades Estratégicas de Negocio (UEN)
en función de la necesidad de inversión y el beneficio obtenido.
La matriz BGC relaciona la tasa de crecimiento del mercado
en la que están los productos y la participación de mercado que éstos tienen,
obteniéndose así una clara visión de cuántos y dónde están colocados los
diferentes productos y/o unidades de negocio de la empresa. Este sistema de
análisis, que también se denomina matriz
de crecimiento o matriz de
participación, se representa gráficamente mediante una matriz en la que en
el eje vertical (eje de ordenadas) se mide el crecimiento del mercado y en el
eje horizontal (eje de abscisas) la cuota o posición relativa que tiene el
producto o negocio dentro del mercado. La medida
de la cuota de mercado o la participación de mercado (eje de abscisas) indica
hasta dónde el producto o el negocio puede obtener ingresos. El crecimiento del
mercado (eje de ordenadas) se utiliza como indicador de las necesidades
financieras del producto.
La matriz se divide por tanto en cuatro cuadrantes, y en
cada uno de ellos se representa la posición de una unidad de negocio o
producto, atendiendo a su capacidad para generar flujos (cash flow) y a sus necesidades de inversión. De este modo se
establecen categorías o grupos de productos: vaca, perro, estrella e
interrogación. En definitiva se trata de buscar un equilibrio dentro de la
empresa para que los productos o
negocios excedentarios, que están proporcionando liquidez a la empresa, sean
los que financien a los deficitarios y, en último extremo, decidir si
seguir invirtiendo en un negocio o abandonar la inversión y retirarse del
mercado.
Productos interrogante.
Los productos interrogante, en algunos manuales también denominados productos
niño, son aquellos que están situados en un mercado en crecimiento pero sobre
los que se tiene poca cuota de mercado, lo que implica unos beneficios reducidos y la necesidad de afrontar grandes
inversiones para mantener la cuota de mercado actual y, lógicamente,
aumentarla. Los productos interrogante se pueden identificar con el futuro de
la empresa pues podrían ser los futuros productos estrella.
Productos estrella.
Son los productos o unidades de negocio situados en mercados de crecimiento
elevado y con alta cuota o participación de mercado. Normalmente los productos
estrella requieren muchas inversiones
pero, a su vez, generan grandes beneficios, por lo que se consideran
productos equilibrados al estar compensadas las necesidades de financiación
para mantener la cuota de mercado con el cash
flow generado.
Productos vaca. Los
productos vaca lechera son los situados en mercados de crecimiento bajo pero
con cuota de mercado alta. Son unidades productivas o de negocio generadoras de
liquidez, normalmente sectores ya consolidados o productos maduros, con gran
participación de mercado pero con tasa de crecimiento baja o nula. Generan importantes rentabilidades con muy
baja inversión, por lo que proporcionan la liquidez necesaria para
financiar otras unidades o desarrollar nuevos productos.
Productos perro. Son
productos con reducida cuota de mercado en un mercado sin crecimiento. Dada su
baja participación en el mercado, su rentabilidad es pequeña y no constituyen
fuente de liquidez. En la mayor parte de los casos no son productos o unidades
de negocio rentables y la empresa debe considerar seriamente su abandono, pues
probablemente existan competidores con mejores costes.
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