Entre las operaciones financieras que pueden realizar las
empresas cotizadas para gestionar su capital social e incrementar su situación
económica y bursátil se encuentran las ofertas públicas de venta (OPV), las
ofertas públicas de compra (OPA), las ampliaciones y reducciones de capital y
las operaciones de split (desdoblamiento
de acciones) y contra-split (agrupaciones
de acciones).
El desdoblamiento de
acciones o split es una operación
sobre el capital social que aumenta el número de acciones, reduciendo
proporcionalmente el valor nominal de las mismas y su cotización o precio de
mercado. La operación consiste en dividir
el valor nominal de las acciones de una sociedad en una proporción
determinada y, consecuentemente, multiplicar en la misma proporción el número
de acciones. En todo caso la composición del accionariado no varía, simplemente
cada accionista tendrá un mayor número de acciones, pero no por ello
incrementará su participación en el capital de la sociedad, sino que tendrá la
misma cuota que antes del split.
Por ejemplo, pensemos en una sociedad en la que la
cotización de la acción está en 100 euros. Si la sociedad plantea un split de 1:4 el precio de cotización de
la acción pasará a 25 euros, y el accionista que tenía una acción después del split tendrá cuatro acciones. Con el
desdoblamiento de acciones se produce un aumento de la fraccionabilidad de la
inversión del accionista. De este modo, el accionista poseerá mayor número de
acciones pero con un precio proporcionalmente menor. Lógicamente, el valor en
Bolsa de cada una de las acciones después del split será la cuarta parte del valor que tenían las acciones antes
del split.
La finalidad de esta operación es proporcionar mayor liquidez a las acciones de la sociedad, reducir
su valor en el mercado, conseguir aumentar sus volúmenes de contratación e
incrementar el número de accionistas. Varios son los motivos por los que una
empresa puede recurrir al split. Uno
de los más comunes es disminuir la
cotización unitaria de la acción cuando su valor está muy capitalizado y
con ello facilitar la entrada de
pequeños inversores. No es lo mismo comprar 10 acciones a 100 euros cada
una que comprar 100 acciones a 10 euros cada una. Otra posible motivación del
desdoblamiento de acciones es aumentar
el número total de acciones y facilitar así el fraccionamiento del
accionariado de la empresa para que el capital social deje de estar concentrado
en unas pocas manos y evitar una posible toma de control de la compañía.
El desdoblamiento de acciones o split no supone ningún desembolso para el accionista. Simplemente
se trata de una operación de ajuste del capital social sin efecto
económico-financiero, aunque con un claro efecto
psicológico al reducir el precio de las acciones en la proporción
establecida. Así, por ejemplo, una empresa que reduce el nominal de las
acciones a la mitad verá duplicado el número de acciones y reducido a la mitad
el valor individual de las mismas, haciendo pensar al inversor que el valor está
barato.
La operación contraria al split es el contra-split o agrupamiento de acciones,
que consiste en reducir, en una determinada proporción, el número de acciones y
multiplicar por esa proporción el precio de las mismas
y el valor nominal. El contra-split
es el reverso del split y con
esta operación se pretende que una
sociedad cotizada con baja capitalización, con un elevado número de acciones y
un precio muy reducido de las mismas, reduzca el número de acciones en
circulación, agrupando en paquetes las acciones. Los contra-split son menos frecuentes que los split, pero uno de los más sondados fue el que realizó Bankia en
primavera de 2013 en proporción de 1x100. De modo que se agruparon 100 acciones
antiguas en 1 acción nueva, de modo que las acciones pasaron de 17 céntimos a
17 euros.
La finalidad principal del contra-split es reducir el número de acciones y aumentar el valor
nominal y de cotización de la acción. Normalmente se utiliza cuando las
acciones tienen un valor de cotización inferior al euro para reducir la volatilidad
que se produce cuando la variación de una única unidad en el precio produce
variaciones porcentuales muy elevadas (cada salto de un céntimo en la
cotización supone un movimiento enorme en términos porcentuales). Después de
una operación de agrupamiento de acciones la sociedad consigue un aumento en la
cotización de las acciones y también un efecto psicológico de que el valor no
está tan barato.
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