En marketing, la segmentación es el proceso de división del mercado en subgrupos
homogéneos de características similares, con el fin de llevar a cabo una
estrategia comercial diferenciada para cada uno de ellos, que permita
satisfacer de forma más efectiva sus necesidades y alcanzar los objetivos
comerciales de la empresa. Con la segmentación se consigue, partiendo de un
grupo heterogéneo de consumidores, definir subgrupos integrados por individuos
de características similares. Se trata de conocer
los perfiles de los clientes y definir los públicos objetivo más apropiados
a través de la segmentación del mercado.
No se puede utilizar la misma estrategia para vender un
producto que vaya dirigido a hombres casados con hijos que otro destinado
principalmente a mujeres jóvenes solteras; ni tampoco se puede utilizar el
mismo lenguaje publicitario para productos de consumo masivo que para productos
de lujo. Por tanto, para delimitar los segmentos se requieren investigaciones comerciales que
permitan identificar a los consumidores del producto en función de determinadas
variables. Se puede utilizar diferentes técnicas para segmentar mercados,
aunque las variables más corrientemente utilizadas son las demográficas,
geográficas, psicográficas, socioeconómicas y conductuales.
• Variables
demográficas. Se trata de variables que resultan fáciles de conocer: edad,
sexo, estado civil, nivel de estudios, zona de residencia, número de hijos,
etc.
• Variables geográficas.
Son variables que segmentan en función de localización geográfica: países,
regiones, ciudades, municipios, barrios, etc.
• Variables psicográficas.
Estas variables hacen referencia a personalidad, estilo de vida, clase
social, valores, gustos, etc. En este caso se obtienen unos datos que están
vinculados con la parte emocional del consumidor.
• Variables
socioeconómicas. Otra forma de segmentar es utilizar las variables
relacionadas con las clases y grupos sociales, las profesiones o el nivel de
ingresos familiares.
• Variables conductuales.
Son variables relacionadas con el consumo del producto y los hábitos de consumo.
Se consideran aspectos como el momento de consumo, marca consumida, nivel de
uso del producto, cantidad consumida, beneficios pretendidos, fidelidad a una
marca, etc.
Para que se pueda desarrollar una política de segmentación
tiene que cumplirse en el mercado una serie de requisitos.
— Los consumidores deben responder de manera diferente a los programas de marketing de la
empresa, para así poder actuar de forma diferente con cada grupo, para lo cual,
es necesario recabar información del mercado.
— Cada grupo de consumidores o segmento de mercado debe
tener un potencial de ventas lo
suficientemente alto como para justificar los elevados costes que una política
de segmentación conlleva.
— Los segmentos de mercado deben presentar una estabilidad en el tiempo para poder realizar un
programa de marketing específico, y poder recuperar la inversión realizada.
Con una adecuada segmentación, se puede detectar
oportunidades de mercado, conocer la competencia, establecer prioridades y, en
definitiva, adecuar las ofertas de productos o servicios a necesidades
específicas.
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