Una herramienta de
mucha utilidad a la hora de poder negociar
y/o revisar las condiciones aplicadas con una entidad de crédito es el
balance banco-empresa.
Se trata de averiguar, a partir del balance y la cuenta de
resultados del banco, la rentabilidad
media que obtiene de sus activos y el coste medio de su pasivo, y calcular
a partir de ellos qué ingresos obtiene con los fondos que le depositamos
(pasivos) y qué le cuestan los que nos presta (activos). Por comparación con
los intereses que cobramos y pagamos, obtendremos el margen financiero.
Debemos saber si el beneficio que ha obtenido el banco se
considera razonable para el volumen de transacciones realizadas y el nivel de
riesgo asumido, en relación con la calidad de servicio y coste soportado por el
cliente.
En el proceso de negociación con las entidades financieras
es importante cuantificar el margen o rentabilidad a fin de poder establecer
comparaciones entre lo que es un nivel de beneficio razonable para el banco y
lo que el banco está ganando con nuestra empresa.
El análisis debe hacerse de la forma más objetiva posible,
tomando como referencia la cuenta de resultados bancaria y considerando todas
las fuentes de ingresos que el banco obtiene de nuestra relación.
El Balance Banco Empresa es un cuadro que debe recoger el
beneficio que estimamos que haya obtenido el banco en un periodo de tiempo,
desagregado en los siguientes elementos:
▪ Gastos
financieros generados por la utilización de créditos, descuento de efectos,
descubiertos, préstamos, etc. Se incluyen sólo las liquidaciones de intereses,
pero no las comisiones ni los gastos suplidos repercutidos al cliente (correo,
corretajes o timbres).
▪ Ingresos
financieros producidos por los saldos acreedores de las diversas cuentas de
la empresa. Se incluyen las rentabilidades de depósitos o imposiciones a plazo
fijo en sus distintas variantes. No se incluyen otros activos financieros que
no consumen recursos propios ni constituyen inversión por parte del banco
(repos, fondos de inversión, etc.).
▪ Gastos por
comisiones y servicios varios, cobrados por el banco en la prestación de
servicios de cobro, operaciones de financiación (por ejemplo, comisión de
apertura y comisión de disponibilidad en las pólizas de crédito) compra venta
de divisas, devolución de efectos, mantenimiento de cuentas, etc. No se
incluyen los gastos suplidos.
▪ Valoración del
float que gana el banco. Hay que cuantificar el beneficio que obtiene el banco
por la disposición de uno o varios días de fondos del cliente que todavía no le
han sido abonados en valor o que le han sido cargados pero todavía no abonados
al acreedor. El margen del banco proviene de la colocación de esos fondos en el
interbancario. Por ello se puede “presionar” al banco para que nos mejore las
condiciones de forma equiparable al float que obtiene el banco. También es
posible utilizarlo como elemento de cesión para obtener beneficios más
sustanciales en otro punto de la negociación. Este float financiero que obtiene
el banco puede ser de alrededor de nueve días en la recaudación de impuestos y
seguros sociales.
Una vez determinados los distintos márgenes podemos calcular
el ratio de rentabilidad del banco de la siguiente forma:
Margen
financiero + Comisiones + Margen fecha valor
|
Saldo
Medio Deudor – Saldo Medio Acreedor
|
Rentabilidad banco-empresa (%) =
|
Ingresos
netos
|
x 100
|
Riesgo
neto medio
|
Este ratio nos proporciona un índice de rentabilidad para cada banco con el que trabajamos y
podemos elaborarlo con todos nuestros proveedores bancarios, lo que nos dará
una idea del beneficio que obtiene cada banco con nuestro negocio. Con ello
podremos comparar la rentabilidad media que proporcionamos a cada banco en
comparación con los demás, e incluso elaborar un ranking de rentabilidad.
Con esta información sabremos si el banco obtiene una rentabilidad razonable media o superior a la
media, en cuyo caso podemos plantearnos la mejora de condiciones con ese
banco: rebaja de intereses, eliminación de comisiones, reducción de
compensaciones, etc.
Igualmente, es conveniente observar la evolución en el tipo
del índice de rentabilidad con cada banco.
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