Lo que la ley regula

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martes, 23 de octubre de 2012

Las agencias de calificación crediticia

Las agencias de calificación crediticia desempeñan un papel fundamental en los mercados de valores y los mercados bancarios a escala mundial. Estas agencias de calificación crediticia emiten dictámenes sobre la solvencia de un emisor o de un instrumento financiero determinado, es decir, evalúan la probabilidad de incumplimiento del emisor, ya sea de sus obligaciones financieras en general (calificación del emisor) o del pago de una deuda o título de renta fija en particular (calificación del instrumento).

Estos dictámenes o calificaciones se basan en la información relativa al flujo de ingresos y al balance (con especial atención a la deuda) de la entidad evaluada. También se consideran los resultados financieros anteriores. La información refleja únicamente la situación en un momento dado, por lo que debe confirmarse o revisarse periódicamente para tener en cuenta la evolución económica u otros acontecimientos.

Las calificaciones del grado de solvencia clasifican a los emisores en distintas categorías, dependiendo del mayor o menor riesgo de incumplimiento. Con este fin, las agencias de calificación emplean amplias escalas de calidad crediticia, con dos bloques fundamentales denominados grado «de inversión» (escaso riesgo) y grado «especulativo» (alto riesgo), para reflejar los riesgos asociados a los valores, es decir, la probabilidad de incumplimiento.

Generalmente, son los propios emisores los que solicitan la calificación y los que pagan por este servicio. En estos casos, las calificaciones se basan tanto en datos públicos como en información que no es pública pero que la entidad evaluada revela voluntariamente, por ejemplo, mediante entrevistas con responsables financieros de la entidad. Sin embargo, las agencias de calificación crediticia otorgan a veces calificaciones por iniciativa propia, esto es, calificaciones no solicitadas por un emisor, que normalmente se preparan sin tener acceso a la información que no es pública.

Las calificaciones crediticias influyen considerablemente en los mercados financieros, por dos motivos fundamentales. En primer lugar, porque aunque se basan en evaluaciones complejas, pueden ser asimiladas de manera fácil e inmediata por los inversores, con independencia de su experiencia o perfil, y, en segundo lugar, porque las agencias de calificación crediticia gozan —o al menos gozaban hasta hace algunos años— de buena reputación y los participantes en el mercado consideran que proporcionan análisis objetivos.

El papel que las agencias de calificación crediticia desempeñan en los mercados es generalmente muy positivo tanto para los inversores como para los emisores. A los primeros les proporciona información que les ayuda a evaluar los riesgos relacionados con un valor; a los segundos, sus informes contribuyen a rebajar los costes de obtención de capital, al menos en el caso de emisores que reciben una calificación favorable. Por ello, es esencial que las calificaciones realizadas por las agencias de calificación crediticia sean independientes, objetivas y de la máxima calidad posible.

Por otra parte, aunque la emisión de calificaciones es obviamente su actividad principal, muchas agencias de calificación crediticia aprovechan su experiencia en materia de evaluación de riesgos para prestar otros servicios financieros como asesoramiento en materia de inversión a los emisores, directamente o a través de entidades relacionadas.

En septiembre de 2003, la Organización Internacional de Comisiones de Valores (OICV) publicó sus principios relativos a las actividades de las agencias de calificación crediticia («principios OICV»), en los que establece objetivos de alto nivel que las agencias de calificación crediticia, los reguladores de los mercados de valores, los emisores y otros participantes en el mercado deben respetar para mejorar la protección del inversor, la imparcialidad, eficacia y transparencia de los mercados y para reducir el riesgo sistémico. En respuesta a los comentarios formulados sobre estos principios, la OICV elaboró sus «elementos fundamentales del código de conducta de las agencias de calificación crediticia» (el «Código OICV»), que ha sido concebido para ser aplicado por las agencias de todos los tamaños y modelos empresariales y en todas las jurisdicciones.

Las conclusiones de los estudios y análisis de las agencias de calificación crediticia sobre la capacidad de una compañía para hacer frente a sus obligaciones financieras, a corto y largo plazo, se plasman en el rating. El rating es un instrumento que permite a los inversores valorar el riesgo de un emisor, o de una emisión concreta, en relación con una escala de calificaciones predeterminada. Estas calificaciones se expresan con una nomenclatura que puede combinar letras, mayúsculas y minúsculas, y números; aunque varían de una agencia a otra, en general la mejor calificación se expresa como AAA.

Las agencias de calificación más importantes a escala internacional son Fitch, Moody’s y Standard & Poor’s, que publican escalas de calificación para la deuda a largo y corto plazo.



Calificaciones de riesgo de crédito a largo plazo
DESCRIPCIÓN
MOODY’S
STANDARD
& POOR’S
FITCH IBCA
CATEGORÍA DE INVERSIÓN
Máxima calidad crediticia
Aaa
AAA
AAA
Calidad crediticia muy elevada
(Expectativa de riesgo muy reducida)
Aa1
AA+
AA+
Aa2
AA
AA
Aa3
AA-
AA-
Calidad crediticia elevada
(Expectativa de riesgo reducida)
A1
A+
A+
A2
A
A
A3
A-
A-
Calidad crediticia buena
(Expectativa de riesgo baja)
Baa1
BBB+
BBB+
Baa2
BBB
BBB
Baa3
BBB-
BBB-
CATEGORÍA ESPECULATIVA
Seguridad moderada
(Posibilidad de riesgo por cambio adverso en situación económica)
Ba1
BB+
BB+
Ba2
BB
BB
Ba3
BB-
BB-
Seguridad reducida
(Riesgo significativo. La capacidad de pago está condicionada a entorno económico favorable)
B1
B+
B+
B2
B
B
B3
B-
B-
Seguridad baja
(Riesgo sustancial de impago)
Caa1
CCC+
CCC+
Caa2
CCC
CCC
Caa3
CCC-
CCC-
Posibilidad de fallido
(Incumplimientos y retrasos en pagos)
Ca
CC
CC
Fallido inminente
C
C
C
Fallido
D
D



En la calificación de deuda a largo plazo Moody’s aplica modificadores numéricos 1, 2 y 3 a cada categoría genérica de calificación desde Aa hasta Caa. El modificador 1 indica que la obligación está situada en la banda superior de cada categoría de rating genérica; el modificador 2 indica una banda media y el modificador 3 indica emisiones en la banda inferior de cada categoría genérica. Por su parte, Standard & Poor’s aplica un signo más (+) o menos (-) en las categorías AA a CCC, que indica la posición relativa dentro de cada categoría. Fitch aplica estos mismos signos desde la categoría AAA.

Las escalas de calificación de deuda a corto plazo empleadas por estas agencias son las siguientes:


Calificaciones de riesgo de crédito a corto plazo (incluye papel comercial)
DESCRIPCIÓN
MOODY’S
STANDARD
& POOR’S
FITCH IBCA
INVERSIÓN
Máxima calidad
Prime-1
(P-1)
A-1
F1
Calidad buena
Prime-2
(P-2)
A-2
F2
Calidad adecuada
Prime-3
(P-3)
A-3
F3
ESPECULATIVO
Riesgo significativo
Not Prime (NP)
B
B
Riesgo elevado
C
C
Impago inminente
D
D


Standard & Poor’s aplica un signo más (+) dentro de la categoría A-1, para indicar que la capacidad del pago del emisor es extremadamente fuerte. Asimismo, Fitch aplica un signo más (+) o menos (-) en la categoría F1 para indicar una posición relativa dentro de esta categoría de calificación.

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