Desde hace algunos años, y especialmente desde el comienzo
de las crisis, se está publicitando de forma masiva por parte de las empresas financieras no bancarias
servicios de reunificación de deudas que permiten a los titulares de una
hipoteca unificar en un solo crédito
todos sus pagos mensuales: cuota del préstamo hipotecario, créditos
personales (coche, vacaciones, etc.), deudas de tarjetas de crédito, créditos
con establecimientos comerciales, etc.
En realidad, esta operación ya se venía practicando por
parte de las entidades bancarias tradicionales (bancos, cajas de ahorros y
cooperativas de crédito) en caso de impagos o dificultades económicas que
impedían el cumplimiento regular de las obligaciones, ofreciendo alternativas
para modificar las condiciones de pago pactadas. No obstante, ahora está
cobrando nuevo auge por la proliferación de empresas de servicios financieros que comercializan estos servicios de
intermediación. Los motivos principales de esta expansión son el incremento
del endeudamiento de las familias, las elevadas tasas de consumo y el ascenso
de los tipos de interés.
Operativa de la reunificación
de deudas
El proceso en casi todos los supuestos es similar. Se trata
de ampliar la hipoteca existente o abrir
una nueva y con los nuevos fondos obtenidos devolver anticipadamente los
saldos pendientes del resto de los préstamos. En ambos casos el nuevo crédito
se concede a un plazo más largo y con intereses más bajos que los préstamos
personales, y ello se traduce en una cuota mensual más baja.
El pago de la cuota
mensual del nuevo crédito será inferior a la suma de todas las cuotas
mensuales anteriores, sin embargo, el
endeudamiento final será más alto puesto que hay que tomar en consideración
los costes de cancelar los préstamos vigentes, los gastos de formalización del
nuevo crédito y las comisiones aplicadas por el intermediario.
La fórmula del agrupamiento de deudas puede resultar
interesante para quienes han sufrido un descenso notable de sus ingresos o han
agotado su margen crediticio que pueden ver en esta vía una solución inmediata
a sus problemas de liquidez, pero debe analizarse cada caso y estudiar
detenidamente los costes de la operación.
Costes de la operación
Las operaciones de reunificación de deudas tienen unos costes
de tramitación y formalización, que deben ser minuciosamente analizados. Por un
lado, los brokers o intermediarios financieros que realizan este tipo de
operaciones perciben una comisión que dependerá de las características de
la operación (cuantía, tipología, complejidad, etc.). Se suele percibir una
comisión entre el 1% y el 5% del importe si el cliente acepta la hipoteca que
se le presenta y se formaliza la operación. Debe hacerse notar que tras la
labor de intermediación, el cliente contrata el préstamo con una entidad
financiera tradicional, no con la consultoría financiera, por lo que el
porcentaje indicado hace referencia al servicio de mediación. No obstante, en
algunos casos la entidad intermediaria
puede percibir la comisión de intermediación aun cuando el cliente no
acepte la operación propuesta.
A estos costes deben sumarse los derivados de la cancelación anticipada de los préstamos
que van a ser sustituidos, que, generalmente, también tendrán aparejados
costes, comisiones o penalizaciones para los supuestos de cancelación
anticipada, que serán más elevados para la cancelación del crédito hipotecario
(gastos notariales, registrales, de gestoría, fiscales, etc.).
Finalmente, habrá que contar con los gastos de la formalización del nuevo crédito hipotecario (estudio,
apertura, tasación, gastos notariales y registrales, etc.).
Por ello, a fin de efectuar una valoración adecuada de la
operación, tanto las asociaciones de consumidores como el propio Banco de
España recomiendan tomar en consideración no sólo la diferencia de tipos de
interés de los préstamos antiguos que se sustituyen y el nuevo, sino el plazo
durante el cual se va a estar pagando y los gastos totales de la operación.
Ventajas e inconvenientes
La ventaja de esta operación es la simplificación, pues se pasa de varios pagos mensuales a una única
cuota, además esta nueva cuota mensual a
pagar suele ser significativamente menor que la suma de todas las cuotas
mensuales anteriores. Igualmente con la reunificación de deudas se pueden
reducir los intereses financieros en operaciones de consumo, puesto que un
producto contratado a p. ej. 8% como crédito personal para la adquisición de un
vehículo, puede pasar a un tipo del 4% como crédito hipotecario. Esto resulta
tanto más atractivo cuanto mayor sea el tipo de interés a pagar por las deudas.
Piénsese en el supuesto de convertir en “hipotecario” un tipo de interés de los
aplicados en los denominados “créditos rápidos” que pueden llegar a alcanzar el
20%. Por todo ello puede resultar una solución para “llegar mejor a fin de mes”
o “salir de un apuro”, especialmente en situaciones complicadas de agotamiento
de crédito bancario, situaciones de inminente subasta o embargo de bienes, etc.
No obstante en la otra cara de la moneda se encuentra el alargamiento del plazo de la deuda, ya de por sí bastante elevado
en algunos préstamos hipotecarios. En definitiva, se pagará menos pero se pagará durante más tiempo.
Además, un efecto desfavorable añadido es la falsa sensación de liquidez que genera
al conseguir un mayor desahogo económico que puede llevar nuevamente a
incrementar el consumo y, por tanto, los gastos, lo que a largo plazo puede
acarrear nuevas complicaciones económicas. Asimismo, debe hacerse notar que se está trasladando a garantía hipotecaria
deuda que, en principio, no debería haber tenido ese tipo de garantía, como
son los créditos personales. Esto que en principio puede parecer que carece de
relevancia no es cuestión baladí. En caso de que una vez reunificadas las
deudas en una sola cuota con la correspondiente ampliación de hipoteca se
presenten nuevas dificultades económicas que puedan llevar a nuevos retrasos o
impagos de la cuota, supondría que en caso de ejecución el bien ejecutado sería
el inmueble hipotecado, que generalmente es la vivienda habitual.
La reunificación de deudas puede ser la única solución en un momento de apuro
ResponderEliminarTienes razón, a mi me salvo de una situación complicada
EliminarEs posible que en ocasiones sea la "única solución", pero deben valorarse los pros y contras, pues no deja de ser pasar a deuda hipotecaria créditos que no tenían ese tipo de garantía. Además, se pagará menos al mes pero durante mucho más tiempo.
ResponderEliminarLa reunificación puede ser ventajosa en muchas ocasiones, consiguiendo ahorros mensuales importantes, pero si es verdad que hay que comprobar minuciosamente en que condiciones se contrata.
ResponderEliminarExisten muchas maneras de llegar a fin de mes y las reunificaciones de deudas son en efecto unas de las más usadas, a pesar de que los bancos hayan cerrado el grifo en los últimos meses y sea más complicado conseguirlas, siempre existe la manera de hacerlo.
ResponderEliminarYO conozco varias empresas que ahora mismo hacen eso, que piensan uds: www.reunificacion.es o www.prestamosolucion.es
ResponderEliminarA mi me hicieron una unificación de deudas sin necesitarlo t sin comunicármelo , me engañó el director , manipulo los recibos de la tarjeta de crédito y cambió la cuenta de pago , bloqueo banca online y nunca estaba localizable , se aprovecho de un estado depresivo y débil . Vergonzoso y miserable lo que maquinó.
ResponderEliminarCuando tenemos problemas así lo mejor es buscar una empresa fiable que nos pueda solucionar los problemas y así estar tranquilos
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